Las importaciones de carbón de Rusia por parte de los países miembros de la Unión Europea (UE) están prohibidas desde el miércoles 10 de agosto y la medida forma parte del quinto paquete de sanciones impuesto por el bloque debido a la invasión rusa a Ucrania, anunciada en abril. La Comisión Europea dijo que el embargo del carbón podría costarle a Moscú alrededor de 8.000 millones de euros al año.
Al momento del anuncio, se estipuló que las naciones del bloque tendrían 120 días para buscar carbón en otros países o encontrar alternativas para generar energía según información de la agencia de noticias alemana DW. La UE depende en gran medida del carbón para la generación de energía: por año, el bloque importa alrededor del 20% del carbón total producido en Rusia, que, por otro lado, representa alrededor de la mitad de todo el carbón importado por la UE y donde los mayores compradores dentro del bloque son molinos e industrias en Alemania, Polonia, Italia, Holanda, España y Francia.
En 2021, la UE importó 39 millones de toneladas de carbón de Rusia, lo que representa alrededor del 36% de las importaciones de carbón del bloque.
Brian Ricketts, secretario general de la Asociación Europea del Carbón y el Lignito (Eurocoal), cree que la UE importará aún más carbón que antes para reemplazar las centrales eléctricas de gas. “Creemos que [el aumento en las importaciones de carbón de otros mercados] sucederá porque hasta 120 teravatios-hora de producción de electricidad a partir de gas deben reemplazarse por carbón y lignito. Esto ahorraría alrededor de 22 mil millones de metros cúbicos de gas al año, mucho más que cualquier otra medida”, dijo Ricketts.
La UE ya ha intensificado el suministro de carbón de otros países, como Colombia, Australia y Estados Unidos (EE.UU.), según datos de Braemar, empresa especializada en transporte marítimo y gestión de riesgos. En junio, los países europeos compraron 7,9 millones de toneladas de carbón, más del doble que en el mismo período del año pasado.
Las importaciones de carbón ruso a India se duplicaron año con año en julio a 1,9 millones de toneladas, según datos de Braemar, mientras que China importó 6,8 millones de toneladas, un aumento interanual del 22,7% y el total mensual más alto registrado para este comercio.
Ricketts también señala que países como “Polonia, Australia, Indonesia, EE.UU., Colombia y Sudáfrica han aumentado la producción de lignito” en al menos nueve estados miembros de la UE. Las importaciones de Colombia alcanzaron los 1,2 millones de toneladas en junio, frente a solo 287.000 toneladas en el mismo período del año pasado.
También en junio, la UE importó alrededor de 1,1 millones de toneladas de Australia, la tasa más alta registrada. Por su lado, las importaciones de carbón de EE.UU. aumentaron casi un 28% en junio de este año en comparación con el mismo mes de 2021.
Otros embargos en camino
Además del carbón, la UE también ha fijado fechas para el inicio de embargos sobre otros productos, entre ellos un embargo parcial sobre el petróleo ruso, cuya compra por vía marítima quedará prohibida a partir del 5 de diciembre de este año.
La sanción parcial se produce porque se seguirá permitiendo la importación de petróleo por oleoductos, principalmente a países muy dependientes del producto, como Hungría y Eslovaquia. El embargo sobre los productos derivados del petróleo entrará en vigor el 5 de febrero de 2023.
Si efectivamente se respetará el embargo del carbón ruso, Ricketts supone que solo será posible decirlo cuando los puertos y las aduanas presenten estadísticas sobre el tema: “Las aduanas están muy atrasadas con sus números”, dijo el secretario de Eurocoal.
Además, existe la responsabilidad directa de los estados miembros de la UE de cumplir con lo acordado. “Por supuesto, se espera que los países implementen lo que ellos mismos han decidido. Supervisaremos la situación, pero no tenemos dudas de que el embargo se implementará”, dijo el viernes pasado Eric Mamer, portavoz de la Comisión Europea.
Aumento de demanda
La demanda de carbón de la UE ha aumentado en lo que va del año y se espera que aumente aún más a medida que el bloque recurra al carbón para reemplazar los suministros faltantes de gas natural de Rusia.
El aumento de los precios del gas natural está dando lugar a una demanda de carbón en todo el mundo, con un consumo previsto para igualar este año el récord de 2013, y saltar aún más a un nuevo máximo histórico el próximo año, dijo la Agencia Internacional de Energía (AIE) en el final del mes pasado.
Los analistas de Fitch han elevado sustancialmente su pronóstico del precio del carbón térmico asiático para este año y más allá. Ahora esperan que el combustible cargado en el puerto australiano de Newcastle promedie US$320 por tonelada este año y US$246 por tonelada en promedio de 2022 a 2026, por encima de las perspectivas anteriores de US$230 y US$159, respectivamente.
También entró en vigor el plan de contingencia en relación al suministro de gas para el invierno. Por ello, a pesar del crecimiento de las importaciones de carbón, la AIE hace un llamamiento a Europa para aumentar la eficiencia en la generación de energía a través de otras fuentes, incluida la nuclear, para hacer frente a una posible crisis energética.