La Unión Europea ha financiado con €10 millones el nuevo proyecto que busca lanzar el primer buque de suministro de amoníaco del mundo y tener una prueba del combustible libre de carbono a contar del 2024.
Equinor, gigante de la energía noruego dijo que le otorgó a Eidesvik Offshore un contrato para convertir su buque de suministro Viking Energy con una celda de combustible de amoníaco de 2MW.
El contrato abarca un período de cinco años, que comienza en abril de 2020, durante el cual el buque de suministro participa en una mayor investigación y desarrollo, lo que llevará a la instalación y prueba a larga distancia de celdas de combustible de amoníaco libres de carbono.
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Se espera que el sistema de celdas de combustible de amoníaco se instale a fines del 2023 en la nave Viking Energy construida en 2003, y que fuera el primer buque oceánico que funcionó con combustible GNL.
La tecnología está programada para ser probada en el barco a partir de 2024, transportando suministros a instalaciones en la plataforma continental noruega.
Cecilie Rønning, vicepresidenta senior de apoyo a las operaciones conjuntas de Equinor dijo que “Equinor tiene como objetivo reducir las emisiones en nuestra cadena de suministro, y considera el uso de amoníaco como una solución prometedora. Viking Energy puede convertirse en el primer buque de suministro en el mundo que cubre largas distancias alimentadas por amoníaco puro sin carbono».
El proyecto, llamado ShipFC, está a cargo de un consorcio de 14 empresas e instituciones europeas y está coordinado por la organización de clústeres noruega NCE Maritime CleanTech.
El proyecto es respaldado económicamente por el programa de Investigación e Innovación Horizon 2020 de la U.E., bajo su Empresa Común Pilas de Combustible e Hidrógeno (FCH JU).
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La pila de combustible se probará en tierra en un proyecto paralelo y Prototech emprenderá el desarrollo y la construcción. Las pruebas se realizarán en el Centro Noruego de Energía Sostenible y el sistema de amoníaco del lado del barco será suministrado por Wärtsilä.
«El objetivo también es garantizar que una gran pila de combustible pueda suministrar energía eléctrica total a los sistemas de a bordo de forma segura y efectiva», dijeron los miembros del consorcio.
“Esta es la primera vez que se instala una celda de combustible con amoníaco en un buque. Una parte importante del proyecto será la ampliación de una celda de combustible de 100 kilovatios a 2 megavatios”, se señaló el comunicado.
