Última Milla: Comprador no es imprescindible para la entrega final

Lejos quedaron ya los tiempos en que el cliente tenía que pasarse el día entero encerrado en casa esperando la llegada de un paquete, sin saber en qué momento lo recibiría. Ahora, las posibilidades se han multiplicado y puede escoger entre recibirlo en una hora determinada su domicilio, en una consigna ubicada en su edificio u oficina, o en un punto de conveniencia al que le resulte cómodo desplazarse.

No sólo eso… También puede saber dónde se encuentra su pedido, a qué hora llegará o incluso por dónde va el repartidor y las entregas que tiene que realizar antes de la suya. Todo esto garantiza una relación más fluida entre el operador y el comprador, cuyo fin último es el de evitar los intentos de entrega fallidos porque no hay nadie en el domicilio en el momento en que llega el repartidor.

Si bien es cierto que las entregas directas suelen ser la opción preferida por los usuarios para recibir el paquete, cada vez más compradores se inclinan por solicitar que el envío se realice a una consigna o punto de conveniencia, por incompatibilidad de horarios con los de la empresa de paquetería o simplemente por la comodidad de recogerlo en el momento que prefieran.

El funcionamiento de las consignas suele ser bastante sencillo. El usuario marca este tipo de entrega en el momento de realizar la compra, indicando cuál es la que mejor le viene para la recogida. Una vez situado su paquete en el punto acordado, recibe un e-mail o SMS que le indica que tiene un plazo para pasar a por él, con el código que debe introducir para poder abrir la taquilla.

Se multiplican las opciones

Existe posibilidades en la que ya trabajan algunos operadores consistente en la entrega del pedido directamente en el domicilio del cliente, o en el maletero de su cvehículo de reparto, a través de un sistema de cerraduras inteligentes.

Uno de los últimos avances en este ámbito llega de la mano del propio Amazon, que ha ideado un dispositivo con cámara que permite al cliente crear contraseñas temporales para que sus personas de confianza o directamente los repartidores puedan acceder a su casa a entregar un paquete.

El comprador podrá seguir en remoto el proceso de entrega, tras lo cual se bloqueará de nuevo el acceso al domicilio. Este novedoso sistema, que también está probando UPS, podría no ser del agrado de los clientes más celosos de su intimidad o de los más desconfiados, si bien el uso de una cámara garantiza al menos que el empleado se limita a hacer su trabajo.

De momento, ya está disponible en Estados Unidos y es probable que pronto sea una opción real en Europa. También allí están probando otra alternativa en esta línea, consistente en la entrega de los pedidos en el maletero del vehículo del cliente. La iniciativa, que está limitada aún a determinadas marcas y modelos, exige la geolocalización del vehículo para la entrega por parte del repartidor, que lo abrirá mediante el sistema de llave digital y lo cerrará de nuevo.

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