Stena Line hizo historia en el mercado al convertir el ferry Stena Germánica, uno de los buques ro-pax más grandes del mundo, en el primer ferry propulsado por metanol en 2015.
Ahora la compañía vuelve batiendo otro récord, y es que puso en funcionamiento esta misma embarcación con metanol reciclado, obtenido a partir de gases residuales generados en la producción de acero.
El buque ha navegado con metanol reciclado desde el puerto sueco de Gotemburgo al alemán de Kiel el pasado día 22 de junio. El metanol azul, la nueva solución de Stena Line, disminuye la dependencia del diésel y reduce aún más las emisiones de carbono.
A pesar de que el metanol es un combustible fósil, resulta mucho más limpio que los combustibles marítimos tradicionales, ya que permite reducir un 90% las emisiones de azufre, así como un 60% las partículas de nitrógeno.
En el marco del proyecto FReSMe, financiado por el programa Horizonte 2020 de la Unión Europea, se quiere demostrar que la captura del CO2 de la industria del acero puede ayudar a reducir las emisiones en el transporte marítimo.
Esta iniciativa es una prueba de que las compañías de diferentes sectores pueden conseguir una mejora significativa de su impacto medioambiental si trabajan unidas por un mismo objetivo. En este caso, Stena ha colaborado con empresas como Methanex o Wärtsilä.
Por otro lado, la exhibición internacional de buques de Busán ha contado con la presentación del primer barco eléctrico propulsado por pila de hidrógeno comercialmente viable diseñado por Vinssen. Se trata de un modelo que ha sido galardonado con el premio a Mejor Barco del Año.
