Los Sindicatos y Gremios de trabajadores de la Marina Mercante de Chile, declararon que las últimas exposiciones del Ministerio de Economía y de algunos participantes pro apertura del cabotaje en la Comisión de Obras Públicas y Transportes en la Cámara de Diputados, están alejadas de la realidad y otras simplemente son imprecisas o abiertamente falsas.
Es así como representantes del Ministerio de Economía expresaron haber consultado previamente a las instituciones más representativas del ámbito naviero, “afirmación completamente falsa y que desmentimos dado que ninguna de las organizaciones de trabajadores fue convocada ni consultada sobre este Proyecto de Ley”, dijo el capitán Arturo Márquez Soto, presidente del Colegio de Capitanes y Pilotos de la Marina Mercante Nacional.
Por otra parte, el Claudio Agostini, académico, pero que reconoce no ser un experto naviero ni manejarse en temas laborales, afirmó que “en ámbitos laborales en virtud del principio de territorialidad la ley chilena rige íntegramente respecto de los contratos de trabajo celebrados para producir efecto en Chile, independiente de la nacionalidad del trabajador”.
Héctor Azúa Almeida, presidente del Sindicato Interempresas de Oficiales SI.MAR, indicó que Agostini desconoce que en Chile se aplica el principio de la territorialidad de la ley laboral, que se traduce en que los contratos de trabajo celebrados en nuestro país se rigen por la ley laboral chilena, pero si las obligaciones que emanen de éstos se ejecutan en el extranjero, éstas no podrán estar afectadas a la Ley chilena porque ésta no rige extraterritorialmente.
Todo lo anterior está explicado en detalle en un informe de la Biblioteca del Congreso de julio del 2018 llamado “Nacionalidad del Buque y los derechos laborales”. Tratándose de barcos con bandera extranjera, se debe estar a “la vigencia territorial de la Ley del pabellón”, es decir, la Ley de Pabellón del barco es la que rige para la nave y todas las personas que se encuentren a bordo, como asimismo a los hechos y actos que tengan lugar en ella. Si los servicios se prestan en el extranjero, se rigen por la ley del pabellón del barco.
Agostini también expresó que en caso de guerra u otro tipo de conflictos, las naves extranjeras que operen permanente en Chile, serían parte del servicio activo. El secretario de la Alianza Marítima de Chile, Marcos Muñoz Leal, licenciado en Seguridad y Defensa (ANEPE), expresó que «Agostini quizás se refirió al principio de Angaria cuyas acciones provienen de 1870, principio totalmente extemporáneo e inaplicable».
Agrega, ¿Qué armador extranjero estaría dispuesto a que por un conflicto local su nave y tripulación se arriesgue a ser hundida o dañada, incluso cuando haya indemnizaciones de por medio, ya que hoy a un naviero le importa proteger más su imagen corporativa, antes que cualquier otra cosa?”.
Andrea Butelmann como Claudio Agostini, expresaron que el proyecto beneficiaba a los trabajadores chilenos. Según el dirigente del Sindicato de Oficiales SIOMMA, Alejandro Tenorio Pérez, dichas aseveraciones son completamente opuestas al impacto devastador que significaría en los trabajadores chilenos, situación que se traduciría en la pérdida total del empleo de los Oficiales y Tripulantes y de la industria relacionada.
Esto afectaría a más de cien mil empleos directos e indirectos y la desaparición de la Marina Mercante Nacional de punta a punta. El Proyecto tampoco expresa que en estas naves extranjeras se exigiría al igual que en Chile un 85% de personal chileno. Por el contrario, sólo está escrito en el Proyecto que el Capitán y Primer Oficial sean chilenos, por lo que se deduce que todo el resto de los Oficiales y Tripulantes puedan ser extranjeros.
El señor Agostini indicó que hay 7 países que habían liberado el cabotaje. El presidente de la Federación de Tripulantes de la Marina Mercante, FETRICH, Diógenes Mancilla Navarro, refutó lo anterior diciendo que se omitió abiertamente el hecho que 91 países con ribera marítima lo tienen completamente restringido y cerrado. Y respecto de los países que mencionó el académico, el dirigente gremial agregó que «muchos de ellos tienen trabas difíciles de superar, tales como que la tripulación del barco debe igualar la remuneración de los marinos mercantes locales, o que deben cumplir con niveles de formación de alta exigencia».
Finalmente, como afiliados a la Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte – ITF, nos permitimos repetir las expresiones de su Secretario General que indicó que: “ITF está convencida que el cabotaje en manos de armadores chilenos y con tripulaciones nacionales es una garantía que les permite salvaguardar las fuentes de empleo de los marinos chilenos a bordo de buques de bandera nacional que realizan servicios regulares dentro del territorio nacional. Este hecho proporciona una sólida base no solamente para la economía, seguridad y política ambiental de vuestra Nación, sino que viene a complementar también los esfuerzos del país por mantener su presencia en el comercio internacional.”
Firmaron la declaración, la Alianza Marítima de Chile A.G (ALMAR), Colegio de Capitanes y Pilotos de la MMN (COLCAP), Sindicato Interempresa de Oficiales de Marina Mercante (SI.MAR), Sindicato de Capitanes (NAUTILUS), Asociación de Capitanes y Prácticos (Nautilus), Sindicato de Trabajadores Interempresas de Compañías Navieras (SITRIEMP), Sindicato de Oficiales de la Marina Mercante Austral (SIOMMA), Sindicato interempresas de Oficiales Motoristas de la Marina Mercante Nacional (SIOMOT), Organismo Técnico de Capacitación Marítima (KOPAR), Federación de Tripulantes de Chile (FETRICH).
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