DSV ha presentado una iniciativa para reducir su huella ambiental, reacondicionando en lugar de reemplazar sus semirremolques. En 2023, duplicará la vida útil de 1.100 semirremolques, iniciando un nuevo programa de renovación en sus propios talleres y en colaboración con TIP Group.
De este modo, seguirá utilizando los vehículos en sus rutas europeas en lugar de reemplazarlos por otros nuevos. Por lo general, DSV usa un semirremolque durante aproximadamente cinco años antes de devolverlo a la empresa de alquiler o al fabricante. Al reacondicionarlo, espera agregar otro ciclo de vida completo de cinco años de uso al vehículo. TIP Group calcula que un semirremolque de lonas correderas recién producido genera una huella de carbono de 18,6 toneladas. El reacondicionamiento, en cambio, implica emisiones significativamente más bajas. Este proceso incluye la sustitución de aquellas partes más sujetas al desgaste, como los discos o pastillas de freno, las bolsas de aire, y las lonas.
Así, la renovación de un camión de lonas usado supone unas 2,7 toneladas de CO2. La diferencia de emisiones es de unas 16 toneladas por vehículo y aproximadamente 18.000 toneladas para los 1.100 que renovará DSV.
De este modo, comienza un nuevo programa a través del cual todos los semirremolques de su red europea se renovarán al menos una vez antes de que la empresa los devuelva al fabricante.
Se espera que ponga en circulación los primeros remolques reacondicionados y termine de reacondicionar el último de los 1100 iniciales antes de que acabe el año.
