Pacific International Lines (PIL), la décima línea de contenedores más grande del mundo, parece no tener tregua después que en las últimas semanas ha sido duramente cuestionada por su salud financiera.
Singamas, la filial de fabricación de contenedores de PIL, publicó sus resultados anuales para 2019 este viernes y no son positivos.
Pese a haber vendido cinco de sus fábricas de contenedores en china al gigante naviero Cosco por US$565 millones el año pasado, Singamas informó hoy una pérdida neta de US$110.8 millones, cambiando su estado financiero radicalmente, de la ganancia obtenida en 2018 por US$73.4 millones.
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La filial de PIL dijo que se vio afectado por una disminución en el volumen del comercio mundial, debido en gran parte a las tensiones comerciales entre China y los Estados Unidos.
«Además, la combinación de una demanda suave para nuevos contenedores de carga seca y una intensa competencia redujo el precio promedio de venta de dichos contenedores», dijo la compañía en un comunicado a la bolsa de valores.
Singamas emitió un comunicado a la Bolsa de Valores de Hong Kong el domingo advirtiendo que PIL le debe US$147.7 millones, la mayoría de los cuales están atrasados.
Recordemos que la salud financiera de la naviera con sede en Singapur ha estado constantemente en los titulares por diversas situaciones como la demora con los buques detenidos y retrasos en los pagos de fletes y búnkers.
También por haber renunciado a la ruta comercial transpacífica este mes, después de haber salido de los intercambios entre Asia y Europa en abril del año pasado.
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La venta de una parte de su flota a la taiwanesa Wan Hai y la canadiense Seaspan.
Además han vendido su participación en Pacific Direct Line (PDL), que opera en el Pacífico Sur a Neptune Pacific Lines.
