A pocas semanas del inicio del último trimestre de 2022, las empresas empiezan a prepararse para el pico estacional de actividad que marcan fechas como el ‘Black Friday’ y la Navidad.
En este contexto, las empresas del sector logístico intensifican la contratación de personal eventual y afinan equipos y flotas para una temporada alta convulsa, con dudas sobre el impacto que tendrán los altos niveles de inflación y la incertidumbre económica sobre el consumo.
Pese a ello, UPS ha anunciado esta misma semana que ya ha iniciado el proceso de selección y contratación de más de cien mil trabajadores eventuales para reforzar sus servicios de cara a los tres últimos meses del ejercicio, y con la posibilidad de que parte de ellos se conviertan en empleo fijo con una carrera dentro de la compañía.
En esta línea, la multinacional asegura que 35.000 empleados con contratos eventuales tras el período vacacional del año pasado pasaron a integrar su plantilla. Fundamentalmente, la empresa norteamericana de paquetería busca personal de reparto, conductores, empaquetadores y peones tanto a tiempo completo, como en jornadas parciales. Para este ejercicio, UPS ha instaurado un sistema de selección on-line, con el fin de reducir el número de entrevistas a candidatos
Estrategias para productos dañados
Un reciente informe de DS Smith reveló una preocupante realidad, durante el Black Friday y el Cyber Monday, los consumidores en España recibirán más de 14 millones de artículos que llegarán rotos o en malas condiciones y tendrán que devolverlos, lo que supone unas pérdidas de casi 500 millones de euros para el comercio minorista.
Más de la mitad de los españoles (54%) planea aprovechar estas ofertas pero, de ellos, casi un tercio (29%) prevé recibir al menos un artículo defectuoso o dañado. De hecho, el 64% de los compradores ‘on-line‘ asegura haber recibido anteriormente artículos defectuosos o dañados.
Los artículos que con mayor frecuencia llegan dañados son ropa (30%), dispositivos electrónicos como portátiles o smartphones (24%), artículos del hogar (22%) y productos de entretenimiento como libros, videojuegos o DVDs (21%). Esto, además de suponer un quebradero de cabeza para los minoristas e impactar negativamente en su cifra de ventas, tiene consecuencias que se reflejan también en su reputación.
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