Banco Mundial: menor crecimiento y mayores tensiones en la economía global…

No es una novedad… pero sus consecuencias ya comienzan a notarse en el mundo. La economía global se ha desacelerado y ha llegado al punto de registrar su crecimiento más bajo en los últimos tres años. Así lo indica el último informe elaborado por el Banco Mundial, texto que a pesar de todo, habla de perspectivas de estabilización, aunque “con un impulso débil y sujeta a riesgos considerables”.

Menor crecimiento y mayores tensiones en la economía mundial… Foto / Banco Mundial. A shipyard at sunrise. © Travel mania/Shutterstock

El trabajo indica que el “comercio internacional y la inversión han sido inferiores a lo previsto al inicio del año, y la actividad económica en las principales economías avanzadas, en particular en la zona del euro, y en algunos grandes mercados emergentes y economías en desarrollo ha sido menor de lo que se anticipaba”.

Pero hay esperanzas, aunque como se señalaba “los riesgos podrían alterar ese frágil impulso: un mayor aumento de las disputas comerciales entre las principales economías del mundo, las nuevas perturbaciones financieras en las economías emergentes y en desarrollo, o una desaceleración del crecimiento económico más pronunciada de lo esperado en las principales economías” son factores a considerar.

A juicio de Pablo Morales, Gerente General de Datasur, «los efectos comerciales nunca son inmediatos, por lo que estamos recién comenzando a sentir de manera importante algunas de las consecuencias que trae una situación como esta”.

A su juicio «están en pugna no sólo las dos potencias comerciales más importantes, sino que dos visiones opuestas de entender el orden social y económico, radicalizando más el problema y haciendo de esta situación algo que no avizora con claridad una fecha de término”.

Disminuir la pobreza

“Un crecimiento económico más sólido es fundamental para reducir la pobreza y mejorar los niveles de vida”, dijo el presidente del Grupo Banco Mundial, David Malpass“En la actualidad, el impulso económico sigue siendo débil, en tanto que los elevados niveles de deuda y el escaso crecimiento de la inversión en las economías en desarrollo están impidiendo a los países lograr su potencial. Es urgente que los países lleven a cabo reformas estructurales importantes para mejorar el clima de negocios y atraer inversión. También deben priorizar la gestión y la transparencia de la deuda, de modo que el nuevo endeudamiento contribuya al crecimiento y fomente la inversión”.

En el informe se advierte que, dado que el crecimiento equitativo es esencial para reducir la pobreza y aumentar la prosperidad compartida, los mercados emergentes y las economías en desarrollo deben reforzar las protecciones que tienen contra corrientes económicas descendentes repentinas.

Los responsables de la formulación de políticas económicas y sus electores enfrentan múltiples cuestiones críticas para mantener el impulso en este frágil entorno. En la presente edición del informe sobre las perspectivas económicas mundiales se examinan varias de ellas:

  • El aumento de los niveles de deuda en el último tiempo hace más urgente una selección cuidadosa de los proyectos para obtener los máximos beneficios, lograr una mejor gestión de la deuda y tener una mayor claridad respecto de los préstamos.
  • La escasa inversión en los mercados emergentes y las economías en desarrollo suscita preocupación acerca de cómo estas economías pueden satisfacer sus grandes necesidades de inversión para lograr los objetivos de desarrollo.
  • La concentración de la pobreza en los países de ingreso bajo plantea dudas sobre la capacidad de estas economías para superar los obstáculos y crecer de manera más rápida.
  • El riesgo de nuevas tensiones financieras recuerda la importancia de tener bancos centrales resilientes y marcos de políticas monetarias que puedan mitigar los impactos de las depreciaciones monetarias sobre la inflación.

Otros inconvenientes

Los elevados niveles de deuda son cada vez más un motivo de preocupación indica el informe. “Muchas economías emergentes y en desarrollo se han endeudado excesivamente y sus reducciones de la deuda pública conseguidas con tanta dificultad antes de la crisis financiera mundial se han revertido”.

“La elevada deuda también hace pensar a los inversionistas y a los consumidores que los Gobiernos quizás aumentarán los impuestos para controlar los déficits, disminuyendo el gasto empresarial y de los consumidores. En casos extremos, el alto endeudamiento puede conducir a incumplimientos de obligaciones financieras y rescates financieros”.

Desaceleración de la inversión

El trabajo del Banco Mundial indica que “se espera que el crecimiento de la inversión será inferior a los promedios históricos en los próximos años. Esto significa que se están desacelerando los avances logrados por las economías emergentes y en desarrollo para recuperar terreno frente a las economías avanzadas. La menor acumulación de capital representa un problema para la productividad de un país. Lo anterior también suscita inquietud acerca de cómo subsanar las enormes brechas en las necesidades de desarrollo a lo largo de la próxima década”.

Un aspecto aún más preocupante del lento ritmo económico es lo que significa esto para las economías más pobres. “El rápido crecimiento económico en algunos países de ingreso bajo desde el cambio de siglo permitió reducir la pobreza, y que muchos pasaran a la categoría de país de ingreso mediano.  El número de países de ingreso bajo ha disminuido, pasando de 64 en 2001 a 34 en 2019, lo cual ha sido impulsado por el término de los conflictos en diversos países, los programas de alivio de la deuda, y la integración comercial con países más grandes y con economías más pujantes. Sin embargo, los restantes países de ingreso bajo enfrentan desafíos más complicados que aquellos que han alcanzado niveles de ingreso más altos”.