Logística marítima y aérea apuestan por ser resilientes

 

Comisión Marítima Federal ha sugerido que los transportistas contemplen el redireccionamiento a puertos más al norte como Tacoma y Seattle.

Es claro que el transporte aéreo y marítimo, tal como otros sectores, han tenido meses complicados, en gran medida porque a partir de que inició la pandemia, se dejó de movilizar a una gran cantidad de personas lo cual tiene un gran impacto en la logística.

Erik Meade, Country Manager de DHL Global Forwarding México que, por un lado, el 90% del tráfico de carga que se movía y mueve a nivel mundial, lo hace por vía marítima y por otro lado, más del 50% de la capacidad de carga aérea, antes de la pandemia, se trasportaba en aviones de pasajeros.

Para este año, la Organización Mundial de Comercio (OMC) pronosticó un crecimiento del volumen del comercio mundial de mercancías de 10.8%, lo cual, se ha visto reflejado de manera paulatina a partir del segundo semestre de este año, cuando se empezaron a abrir más países y algunas rutas comerciales han vuelto a operar de manera normal.

Pero aún existen muchos retos a los que el sector debe enfrentarse, por ejemplo, mover grandes volúmenes de mercancías de China y otros países de Asia hacia el resto del mundo, pues tan sólo China, cuenta con 8 de los 10 puertos más importantes del mundo y esto ha provocado algunos “cuellos de botella”, como la limitación de capacidad, falta de equipos, salidas en tiempo y cuarentenas de personal en algunos puertos, lo que hace que las disrupciones logísticas no permitan actuar tan rápido como se quisiera.

Sin embargo, los retos siempre representan nuevas oportunidades y en nuestro caso particular, hemos aprendido que la resiliencia y la innovación, son piezas fundamentales en estos momentos, también el sentido de urgencia, la reacción inmediata y el trabajo en equipo. Hoy en día, de la mano de algunos proveedores, se ha fortalecido un modelo multimodal que contempla movimientos intermodales en el transporte marítimo y aéreo, para agilizar los procesos y atender la demanda mundial de millones de consumidores.

Y es que, así como muchos sectores, hoy nos encontramos mucho más listos para enfrentar un 2023 que se vislumbra muy similar al 2021, por lo que hacerlo con gran flexibilidad y adaptabilidad será un gran acierto para satisfacción de los clientes. De hecho, la OMC prevé que el siguiente año, el volumen del comercio mundial de mercancías será de 4.7% y se irá ajustando a su tendencia a largo plazo (previo a la pandemia).

Otro factor que ha sido de suma importancia es mantener a toda la cadena de suministro completamente informada y con gran visibilidad de cada una de las decisiones, para una mejor planificación y sólida operación. Han sido precisamente la visibilidad y el uso de datos, lo que nos ha permitido procesar y rastrear embarques de manera más eficiente, así como responder más rápidamente a los desafíos de la cadena de suministro de manera efectiva y eficiente, ya que, si los usuarios comprenden lo que está sucediendo con sus embarques en tiempo real, pueden planificar mejor sus niveles de inventario y pedidos y de esta manera, actuar de manera inmediata a los cambios en el mercado.

Sin distinción de industrias, una rápida adaptabilidad, resiliencia, reacción inmediata y pensamiento estratégico permitirán entender mejor qué se debe hacer y cómo hacerlo.

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