Las líneas de contenedores más grandes del mundo están en camino de registrar ganancias en 2022 que superarán el récord del año pasado en un 73%, según un nuevo pronóstico, impulsadas por las tensiones logísticas y laborales que están reduciendo la capacidad en medio de la demanda sostenida de importaciones de los Estados Unidos (EE.UU.)
Es probable que los ingresos netos de este año alcancen los US$256 mil millones según los 11 operadores monitoreados por el veterano de la industria John McCown, el fundador de Blue Alpha Capital informa Bloomberg. Eso es un aumento de US$36 mil millones de su estimación anterior en abril y aproximadamente equivalente al producto interno bruto de Portugal. La cifra del año pasado alcanzó un máximo histórico de US$148 mil millones de dólares, según McCown.
“Estos aumentos de ganancias están siendo impulsados por aumentos continuos en las tarifas de los contratos que cubren la gran mayoría de las cargas que realmente se mueven en los barcos”, dijo en un correo electrónico. Aunque las tarifas al contado han disminuido durante todo el año, representan una pequeña fracción de los costos generales de transporte marítimo, agregó McCown.
Dos años de interrupciones económicas han transformado una industria que transporta alrededor del 80% del comercio mundial de mercancías de un perdedor perenne a uno de los éxitos financieros más sorprendentes de la pandemia. Algunos están invirtiendo la afluencia de efectivo en nuevos barcos con motores de combustión más limpia y más enlaces digitales a redes informáticas terrestres.
Sin embargo, el giro de la fortuna está generando críticas más allá de los clientes del transporte marítimo, ya que la inflación se apodera de las economías desde Australia hasta Alemania y los políticos buscan chivos expiatorios. Algunos gobiernos están aumentando su escrutinio de las ganancias de las compañías navieras en defensa de los trabajadores de logística cuyos medios de vida no están experimentando un aumento similar.
En el Reino Unido, los trabajadores portuarios del puerto de contenedores más concurrido del país están molestos por los aumentos salariales que la inflación está superando, por lo que amenazan con ir a la huelga a finales de este mes.
En la costa oeste de los EE.UU., los líderes sindicales de los estibadores iniciaron las negociaciones contractuales en curso en mayo al culpar a las “empresas navieras extranjeras de miles de millones de dólares que estafaron a las empresas estadounidenses al cobrarles 10 veces las tarifas de envío habituales y han contribuido al aumento de inflación.»
A medida que las economías de todo el mundo se desaceleran en el tercer año de la pandemia y con la guerra de Rusia en Ucrania empeorando los problemas de transporte, se esperaba que la marea creciente de ganancias retrocediera para las navieras. Pero están demostrando ser más resistentes que en la historia reciente, donde han sido víctimas de ciclos de auge y caída.
McCown está elevando su perspectiva después de que algunas de las mayores empresas navieras anunciaran una serie de resultados mejores de lo esperado para el segundo trimestre, el último de los cuales fue Evergreen Marine de Taiwán el viernes.
Maersk, con sede en Copenhague, el jugador número 2, dijo a principios de este mes que espera una ganancia récord de US$31 mil millones en 2022. Hapag-Lloyd AG, en el quinto lugar, anunció una mejora tan fuerte que ahora rivaliza con Volkswagen como la empresa más rentable de Alemania.
La ganancia inesperada se produce a pesar de una disminución de casi el 30% en las tarifas de envío al contado registradas por Drewry desde principios de año. Eso se debe a que solo el 10% de los fletes marítimos viaja bajo los términos del mercado al contado; el resto se mueve en base a contratos entre las navieras y los embarcadores que especifican las tarifas y los volúmenes por un año o más, según McCown.
En el análisis de McCown, el precio general del envío de contenedores en el segundo trimestre fue 2,84 veces más alto que los niveles medidos dos años antes. Las tarifas spot promedio fueron 4,72 veces más altas, mientras que las tarifas de contrato aumentaron 2,13 veces. Maersk dijo el 3 de agosto que se espera que la tarifa de contrato promedio este año sea de US$1.900 por un contenedor de 40 pies, un aumento de US$500 de su expectativa al final del primer trimestre.
“Los resultados financieros publicados por las líneas navieras muestran el impacto de los clientes que protegen sus cadenas de suministro mediante la negociación de contratos a largo plazo”, según un informe publicado el lunes por Container Trade Statistics, con sede en el Reino Unido. “El miedo a la congestión en la cadena de suministro ha significado que las empresas hayan optado por ir a lo seguro en lugar de arriesgarse a un mercado al contado”.
La industria de contenedores, donde nueve de las empresas más grandes se concentran en tres alianzas que comparten la capacidad en los buques, también ha visto más presión por parte de los gobiernos para cobrar tarifas altísimas mientras se realiza un servicio en el que la entrega a tiempo rastreada por Sea-Intelligence ronda el 40%.
En julio, la Asamblea Nacional de Francia rechazó por un estrecho margen un impuesto sobre las ganancias inesperadas dirigido a las empresas de energía y transporte.
Antes de la votación, CMA CGM, con sede en Marsella, la tercera línea de contenedores más grande del mundo, elevó un descuento de 500 euros a 750 euros (US$765) para los envíos a Francia desde Asia y agregó un descuento en las exportaciones en medio de la presión del gobierno para frenar la inflación en artículos de uso doméstico.
En los EE.UU., el presidente Joe Biden ha criticado a los portacontenedores, los más grandes de los cuales tienen su sede en Asia y Europa. En junio, firmó la Ley de Reforma del Transporte Marítimo, una ley aprobada con apoyo bipartidista que ordena a la Comisión Marítima Federal que evite que las navieras se nieguen injustificadamente a llenar el espacio de carga abierto con exportaciones estadounidenses e investigue los recargos cobrados por las líneas de contenedores.
La Federación Internacional de Asociaciones de Transitarios (FFWW), una organización con sede en Ginebra que representa a 40.000 empresas de logística, dijo que la preocupación no se trata solo de las tarifas de los contenedores, sino también de si el mercado funciona sin distorsiones.
“Los impactos de precios para los embarcadores, los consumidores y los intermediarios de la cadena de suministro dificultan la recuperación de la pandemia y otros impactos económicos en el pasado reciente”, dijo el grupo en un comunicado enviado por correo electrónico.
“Todas las jurisdicciones afectadas a nivel mundial deben prestar mucha atención a través de sus autoridades de competencia para garantizar que el mercado no se distorsione y establecer un mecanismo para intervenir rápidamente para proteger a los embarcadores y consumidores en todo el mundo”.
