La invasión de Rusia a Ucrania cambió de manera importante el panorama operativo de la logística mundial y sus efectos en las economías ya dañadas producto de la pandemia por Covid-19. Por ejemplo, una de las principales consecuencias es el aumento en el precio de los combustibles para el transporte por aire, tierra y mar.
El precio de la gasolina y el diésel ya ha subido de manera notoria y llenar los depósitos de combustible de los vehículos cuesta hoy casi 20 euros más que hace un año.
También, los efectos de la guerra en Europa del Este han llevado a que una serie de rutas comerciales, que pasan por los territorios ahora en conflicto, ponga a gran parte de los transportistas bajo una sensación de inseguridad de que ataquen infraestructuras o rutas al atravesar por ellas para la entrega de las cargas.
Por otra parte, la falta de conductores de camiones originarios de Ucrania, Rusia y Bielorrusia puede producir retrasos en el transporte de materiales, principalmente en el continente europeo.
“Considerando lo anterior, siempre será una ventaja informarse de que está ocurriendo y cuales son los costos a los que nos vemos enfrentados”, dijo Roberto Petermann Arce, Branch Manager de Nowports en Concepción.
Cortes en la cadena de suministro
Otros de los problemas actuales son los continuos cortes en la cadena de suministro mundial. Especialmente hablamos de las cargas refrigeradas. Rusia y Ucrania son actores importantes del mercado de carga refrigerada, que se mueve principalmente mediante contenedores reefer y son responsables del 4,5% del total de tráficos refrigerados que se mueven por mar cada año.
Por otra parte, los exportadores de banana en Ecuador, los productores de carne en Colombia y los importadores de fertilizantes en Brasil enfrentan un problema similar: la invasión de Rusia en Ucrania ha puesto en riesgo sus negocios, ya que, por ejemplo el 40% de los productos frescos importados desde Ecuador son plátanos que llegan en portacontenedores equipados con contenedores reefer.
Solamente Rusia y Ucrania concentran alrededor del 30% de la producción global de trigo y otros como el maíz, la soja o el girasol. El precio del trigo se ha disparado un 40% y ya se empiezan a detectar los signos de escasez en productos como el aceite de girasol. Transportar estos productos desde Rusia o Ucrania es mucho más difícil, así como realizar pagos a Rusia debido a las sanciones impuestas por Occidente.
“Sumarse a la tecnología siempre será un beneficio si quieres importar o exportar productos, más aún considerando que actualmente existen opciones digitales que ofrecen precios más económicos y con una serie de ventajas como la reducción de trámites y el monitoreo en línea de la carga”, añadió Petermann.
El aumento de los costos relacionados al servicio se agravan considerando que todas las fronteras por carretera permanecen cerradas hacia y desde Ucrania. Los vuelos hacia Ucrania siguen suspendidos, así como la mayoría de los vuelos a Rusia, por lo que la Unión Europea (UE) ha prohibido la entrada en el espacio aéreo de todas las aeronaves de propiedad y control rusos.
En cuanto al transporte marítimo, todos los cargamentos inicialmente destinados a Ucrania han sido redirigidos a puertos vecinos como Constanza (Rumanía), Trípoli (Líbano) o El Pireo (Grecia), entre otros y algunos de las principales navieras como CMA CGM, Maersk, Hapag Lloyd y MSC han suspendido todas las operaciones hacia y/o desde los territorios afectados.
Igualmente aunque es un tema menor no deja de influir dentro de las operaciones logísticas. Hacemos referencia a los armazones de madera o pallets, que se utilizan para mover la carga de mercancías, cuya producción está muy centrada en la zona de Ucrania y Rusia. Según la Asociación Europea de Paletería (EPAL), la producción de Europalets está actualmente suspendida en muchas fábricas de Ucrania y prácticamente no se está exportando madera desde ese país para la fabricación de packagings y pallets, lo que puede ocasionar escasez y retraso.
Finalmente una de las graves consecuencias de la guerra es la inflación en los mercados internacionales (Latinoamérica). Aunque Rusia mantiene pocos negocios con América Latina, los productos más exportados a este país desde la región son frutas, verduras, carnes y pescado, principalmente por Brasil, México y Ecuador.
Para tratar de controlar la inflación generada por el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, los bancos centrales en Latinoamérica y el mundo han ajustado aceleradamente las tasas de interés, lo que puede frenar en cierto modo el crecimiento económico de un país.