¿Europa ofrecerá una alternativa a la iniciativa china de Belt and Road?

Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, expuso su visión del futuro de la región en un mundo pospandémico en un discurso sobre el estado de la Unión ante el Parlamento Europeo. Si bien la mayor parte de la atención de los medios se centrará en su determinación de que la Unión Europea (UE) debe construir la «voluntad política» para desarrollar sus propias fuerzas militares y de inteligencia, también anunció el nombre de la respuesta de la UE al Belt and Road Initiative (o Iniciativa de la Franja y la Ruta de China). El programa se conocerá como la asociación ‘Global Gateway’ informa Transport Intelligence (Ti).

La Iniciativa Belt and Road ha tenido un enorme éxito en la proyección «suave» del poder económico del país en muchos mercados en desarrollo en Asia, África, América Latina e incluso en partes de Europa. La Comisión Europea ha reconocido desde hace mucho tiempo la amenaza que representa Belt and Road en términos de influencia política de China y durante los últimos tres años ha estado trabajando en su propia respuesta como parte de una «Estrategia de conectividad» dijo John Manners-Bell, CEO de Ti.

En el pasado, la inversión de Europa en los países en desarrollo a menudo ha sido ad hoc y se ha centrado en proyectos como la construcción de carreteras. Sin embargo, Von der Leyen declaró que no tenía ningún sentido que Europa financiara carreteras, por ejemplo en África, que vinculaban a los fabricantes o minas de propiedad china con los puertos financiados por China, lo que permite un movimiento más eficiente de las importaciones y exportaciones chinas en y fuera de la región.

En cambio, la nueva asociación Global Gateway proporcionará una alternativa más integral y global para los países en desarrollo, permitiéndoles construir nueva infraestructura sin tener que depender del gobierno chino. Von der Leyen afirmó que la política de China había creado «dependencias», mientras que la política europea facilitaría los «vínculos» con un énfasis en la sostenibilidad y los derechos laborales.

La Comisión Europea es cada vez más consciente de la amenaza que representa China para la autonomía estratégica de la región en términos de cadena de suministro. Ya ha reconocido su dependencia de China para muchas materias primas críticas (como metales de tierras raras), así como muchos productos intermedios y terminados. Al ofrecer a los países en desarrollo financiación para construir nuevas infraestructuras, como carreteras, puertos y aeropuertos, espera evitar que China controle las cadenas de suministro upstream en productos básicos clave.

Sin embargo, a pesar de las palabras de Von der Leyen, la UE nunca podrá igualar las enormes cantidades de dinero que China ha invertido en el Belt and Road, estimadas por un proveedor de datos en más de US$2 mil millones desde 2013. La cantidad de dinero que asignará la UE para lograr este objetivo de política no está claro. Es de suponer que dependerá de las negociaciones presupuestarias con los países miembros y de la capacidad de la UE para obtener su propia financiación.

La política de Global Gateway de la UE forma parte de lo que a Von der Leyen le gustaría ver como una UE nueva y más asertiva en el escenario mundial, junto con otros objetivos militares y políticos. Sin embargo, en la búsqueda de la influencia global, se encontrará compitiendo con muchos otros países, como Estados Unidos, Rusia e India, no solo con China. Aún está por verse si los estados miembros europeos estarán dispuestos a pagar el costo de las ambiciones políticas de la Comisión.

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