Estrategia de las navieras, mejorar la gestión de capacidad para mantener beneficios

La industria del transporte marítimo está entrando en una especie de descenso controlado, en el que la gestión de la capacidad será clave para asegurar las ganancias de las navieras. Según explican desde Drewry, las navieras realmente no han tenido que hacer demasiado para conseguir la bonanza económica de los últimos dos años.

El aumento de la demanda combinado con la congestión de la cadena de suministro ha garantizado sus ganancias. Entre el segundo trimestre de 2020 y el de 2022, el EBIT de toda la industria ha superado los 400.000 millones de dólares. Sin embargo, ahora que el mercado está en una situación difícil por la elevada inflación y la caída durante siete meses de las tasas ‘spot’, las navieras tendrán que trabajar mucho más para mantener el flujo de ganancias.

En su último informe sobre las previsiones del mercado, Drewry preguntaba si tendrían las herramientas suficientes para mitigar los próximos impactos en la oferta y la demanda. En este sentido, ahora que inician esta nueva etapa, lo que hagan a continuación permitirá determinar qué parte de las ganancias podrán conservar.

Cualquier error puede condenar a la industria a volver a la tendencia de escasos márgenes anterior a la pandemia, y se perderá una oportunidad de oro, posiblemente para siempre. Los operadores se enfrentan en la actualidad a un enorme desafío para dominar lo único sobre lo que tienen control: el suministro.  En primer lugar, por la capacidad que se ha perdido debido a la congestión portuaria y que está regresando al mercado a medida que se alivian los cuellos de botella.

Perspectivas 2023

Para 2023 los cuellos de botella por sí solos únicamente eliminarán alrededor del 7% de la capacidad efectiva del mercado. En segundo lugar, los armadores han gastado gran parte de sus ganancias en nuevos portacontenedores, y se espera que se añadan unos 2,6 millones de TEUs de capacidad el próximo año.

Sin embargo, Drewry ha reducido su perspectiva de crecimiento de la demanda del transporte marítimo de contenedores para 2022 al 1,5% y al 1,9% para 2023 . La velocidad con la que ha cambiado el mercado lleva a creer que los operadores realizarán ajustes de capacidad más proactivos.

Tras la consolidación y reestructuración de alianzas, las navieras están mejor situadas que nunca para hacer frente a los años de vacas flacas, y utilizarán las palancas de capacidad adecuadas. El hecho de que los operadores no hayan detenido la caída vertiginosa en el mercado ‘spot‘ podría sugerir lo contrario, pero hay que recordar que las tarifas siguen siendo muy rentables, y han aceptado que los precios eran insostenibles.

En cualquier caso, los operadores no se quedarán de brazos cruzados. Para mantener un negocio rentable, buscarán sacar del mercado tantos barcos antiguos y contaminantes como les sea posible. La consultora cree que se alcanzará un nivel casi récord de demoliciones en 2023.

Además, se retrasarán las entregas de nuevas construcciones y aumentará la tasa de inactividad. Esto seguirá siendo insuficientes para cerrar por completo la brecha entre la oferta y la demanda, con un aumento estimado de la capacidad del 11,3%, muy por encima del crecimiento de la demanda del 1,9%. Sin embargo, apostar por la cancelación de escalas debería ser suficiente para mantener las tarifas de flete y las ganancias por encima de los niveles de 2019.

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