Es evidente que en la actualidad el mundo se enfrenta a la amenaza más grave para las cadenas de suministro globales que se haya tenido noción. Sin embargo, la globalización ha hecho también que el mundo sea mucho más pequeño, un cambio que ha beneficiado a empresas de todos los tamaños e industrias.
Con una cadena de suministro global diversa, las empresas pueden estimular el crecimiento al reducir costos, aumentar el volumen y mejorar la eficiencia. Pero la globalización también conlleva riesgos. Si su empresa depende de una red de proveedores en todo el mundo, su cadena de suministro siempre es vulnerable a la interrupción de factores fuera de su control, como desastres naturales, tarifas, escasez o choques geopolíticos.
Casi el 75% de las empresas estadounidenses han experimentado la interrupción de la cadena de suministro debido a COVID-19, según una encuesta realizada por el Instituto para la Gestión de Suministros (ISM). Probablemente ya esté viendo repercusiones que afectan la mano de obra, los materiales, el transporte o el comportamiento del consumidor de su empresa.
La crisis actual es un recordatorio para todos los líderes empresariales de que las interrupciones ocurrirán, y se debe estar preparados con planes de contingencia resilientes y adaptables. Por lo mismo, Entrepreneur dio a conocer cinco pasos que recomiendan tomar para navegar la crisis actual y fortalecer su cadena de suministro para los desafíos futuros.
1. Planificar la interrupción
Desafortunadamente, las amenazas a las cadenas de suministro son inevitables. Aprender a esperar lo inesperado, ya sea un virus, una tormenta o un golpe, es un primer paso. Cuando una crisis afecta a varias áreas del mundo, puede ser difícil pronosticar cuándo y dónde terminará.
2. Desarrollo de diferentes niveles de contingencias.
Diferentes situaciones requieren diferentes respuestas. Si su cadena de suministro tiene una presencia global, piense en su plan de respaldo como una serie de contingencias con capacidad adicional incorporada. Crear un equipo de gestión de crisis que sea responsable de evaluar las prioridades, sopesar las compensaciones y activar las contingencias, dependiendo de las condiciones actuales.
Hay que estar particularmente atento a los proveedores de una sola fuente cuando planifique contingencias. En caso de emergencia, ¿puede mantener un inventario adicional de ese proveedor como un amortiguador? ¿Puede requerir que un proveedor de una sola fuente produzca en dos ubicaciones separadas? Haga que su objetivo sea tener siempre una fuente de respaldo.
3. Actualizar y probar los planes de contingencia
Un plan de contingencia no debe ser sólo un ejercicio de papel. Haga que sus planes vivan documentos que usted pruebe, evalúe y actualice varias veces al año. Realice una prueba de sus planes de contingencia en el mundo real al menos una vez al año para asegurarse de que sigan siendo viables. Anote cualquier vulnerabilidad o desafío potencial, y comprométase a resolverlos antes de la próxima prueba.
4. Facilitar la colaboración y la comunicación en tiempo real
Aproveche la tecnología para rastrear posibles interrupciones y compartir información fácilmente. Busque los pasos que puede tomar de inmediato para mejorar la visibilidad de su cadena de suministro de extremo a extremo y comunicarse mejor con los miembros de su equipo y socios. Y comience a investigar tecnologías más avanzadas, como las que utilizan inteligencia artificial o internet de las cosas, para realizar inversiones a largo plazo en las capacidades de colaboración de su empresa.
5. Mantenerse por delante de la demanda
La demanda puede ser impredecible durante una crisis, y hay que ser capaz de rastrearla y analizarla en tiempo real. El ciclo de la demanda retrasa la interrupción del suministro, así que vigile de cerca las tendencias actuales y siga el comportamiento del consumidor para que pueda redirigir los niveles de productos rápidamente en función de los cambios.
La actual crisis sanitaria aún se está desarrollando, y aún se desconoce su impacto total. Pero se pueden tomar medidas para reforzar su cadena de suministro y desarrollar sus planes de contingencia para proteger a la empresa contra otras interrupciones graves y prepararse para la próxima crisis.
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