El impacto del e-commerce en el desarrollo de los centros logísticos por Juan Antonio Angulo

El ecommerce ha llegado para quedarse. Se pensó que la reapertura de centros comerciales y tiendas físicas sería una primera “prueba ácida” que podría empezar a determinar el real impacto en el largo plazo del enorme crecimiento experimentado por el sector en los meses de pandemia, y así ha sido.

Los procesos de desconfinamiento han permitido que los consumidores cuenten hoy con más opciones de compra, sin embargo, el efecto causado ha sido considerablemente menor al fuerte incremento que el canal electrónico experimentó durante estos meses.

Por citar solo algunos casos, en Perú la actividad relacionada al e-commerce muestra en los meses de julio a diciembre incrementos interanuales promedio del orden de más de 270%.

En Chile, que llegó a picos de crecimiento durante la pandemia de más del 600% aún se registran cifras de crecimiento interanual del orden del 360%, y en México, que no pasó por un proceso de cuarentena obligatoria pero sí aplicó el cierre de comercios, las cifras se mantienen todavía con incrementos sobre el 250%.

Diversos estudios del comportamiento del consumidor explican este fenómeno como parte de una “nueva normalidad” a la que nos hemos acostumbrado. Lo interesante, es que así también lo han hecho las empresas de todo tamaño, y prueba de ello es que la oferta en línea hoy es mucho más amplia, las páginas web desarrolladas para este tipo de canal son mucho más amigables y poderosas, los medios de pago electrónico se han masificado, entre otros. Así, podemos afirmar, que quienes empezaron este camino del comercio no presencial o quienes adelantaron planes para ello, empezaron un camino sin retorno.

Los desafíos

Este camino para el mundo logístico está lleno de desafíos e incertidumbre; partiendo de plazos de entrega cada vez más exigentes (en algunos casos menos de 24h), pasando por cambios en el sistema de almacenamiento, de ubicación física de los almacenes, de la clase de unidades de transporte, de los softwares de gestión, entre otros, y sólo por citar algunos con un enorme impacto.

Es conocido, por ejemplo, que el área requerida para una operación de e-commerce puede hasta triplicar a la de una operación de retail normal, pues generalmente tienen una mayor variedad de productos, entre otras particularidades.

Una solución recomendada por expertos logísticos es la de contar con ubicaciones descentralizadas, en centros logísticos cercanos a los principales polos de desarrollo urbano, que cuenten con recurso humano y áreas disponibles capaces de atender en corto plazo todos los nuevos requerimientos que esta dinámica exige.

Otro aspecto importante, pero que frecuentemente pasa desapercibido, tiene que ver con la logística de atención vehicular. Así, es muy común encontrar diseños que subestiman el movimiento que genera el comercio electrónico y que, en la corta, generan largas colas y sobrecostos.

Pretender un flujo sin esperas es negar la realidad de la operación, por lo que es sumamente importante considerar estacionamientos internos en el planeamiento del desarrollo del Centro Logístico, algo no muy común en nuestro medio.

Mano de obra

Otro punto importante es el acceso a mano de obra, hoy en día muy escaso en algunas ubicaciones de Lima que se han ido consolidando como “hub” logístico. Las operaciones de comercio electrónico demandan una gran cantidad de personal y operaciones a tres turnos con todo lo que ello significa (transporte desde y hacia el CD, alimentación, seguridad, entre otros). Así, conviene pensar, si las ubicaciones actuales para este tipo de operaciones son las más indicadas, y evaluar tal vez mudarlas a puntos con mayor desarrollo y acceso natural a este recurso.

Las principales desarrolladoras inmobiliarias han vuelto a mirar el Callao como alternativa interesante para la atención de mayor demanda de Lima Metropolitana y el cono norte. El acceso desde vías principales, como la remozada Néstor Gambeta y el eje vial que constituyen las Av. Tomás Valle, Argentina, Colonial y Venezuela, así como el acceso a más de 2 millones de personas económicamente activas, satisfacen por lo menos dos de los requerimientos críticos para el adecuado desarrollo de un nuevo polo logístico. Por supuesto existen otras variables a considerar en esta nueva dinámica, que en los próximos meses sabremos qué tanto impactan en esta “nueva normalidad logística”.

Por Juan Antonio Angulo

Gerente de Negocios en Corporación Monte Azul

Este artículo es una producción de la alianza entre Approlog y MasContainer.

*Las opiniones son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan, necesariamente, el pensamiento de MasContainer.