China dio a conocer nuevas directrices para aliviar las presiones sobre las empresas de comercio exterior y mantener estables las exportaciones e importaciones del país, todo motivado por la nueva ola de contagios por la variante ómicron que amenaza con establecer restricciones para las empresas asiáticas.
La economía china se abrirá aún más al exterior y se adoptarán ajustes cíclicos para apoyar a las medianas, pequeñas y micro empresas dedicadas al comercio exterior, garantizar sus pedidos y estabilizar las expectativas, de acuerdo con las directrices adoptadas por el Gobierno chino para continuar estabilizando el sector.
Según publica Xinhua, las directrices detallan 15 medidas con este propósito, incluyendo el apoyo fiscal y financiero para las empresas de comercio exterior e incentivos para nuevas formas de negocios. El tipo de cambio del yuan se mantendrá estable en un nivel razonable y equilibrado, y el país ayudará a las empresas de comercio exterior a protegerse de los riesgos cambiarios, según el documento.
China también adoptará medidas con el fin de aliviar los riesgos en la cadena de suministro para las empresas de comercio exterior y las alentará a firmar acuerdos a largo plazo con compañías de transporte marítimo. Las directrices enfatizan la importancia de las importaciones de productos básicos a granel para garantizar un suministro interno suficiente.
El país, dijeron, continuará mejorando la liberalización y la facilitación del comercio y aprovechará la implementación de la Asociación Económica Integral Regional como una oportunidad para seguir estabilizando el comercio exterior, de acuerdo con las directrices.
Ómicron en China
Las cadenas de suministros y los fabricantes están comenzando a sufrir las consecuencias de la expansión de Ómicron en China. El país asiático está tomando medidas contundentes para frenar los brotes que está provocando la nueva variante y esto podría provocar fuertes interrupciones en la cadena de suministros. De hecho, fabricantes y transportistas ya preparan el terreno para un más que posible parón en la distribución.
La estrategia de China hasta ahora frente al virus siempre ha permitido que las fábricas siguieran funcionando y no pararan de producir ante la alta demanda que llegaba desde todas las partes del mundo. Sin embargo, Ómicron podría provocar una situación sin precedentes, según ha informado la agencia financiera Bloomberg.
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