Buques podrían limpiar océanos con la licuefacción hidrotermal

La cantidad exacta de plástico que albergan los distintos océanos no se conoce con exactitud, aunque el estudio más completo hasta la fecha data de 2015 y estima que las aguas marinas han acumulado 150 millones de toneladas, según publicó la National Geographic. Además, al año llegan al mar 13 millones de toneladas de plástico, una cifra que podría duplicarse hasta 2040, fecha en la que se llegarían a 710 millones de toneladas.

Además de combatir el mal uso y la deficiente gestión de este residuo, buscar biomateriales degradables o apostar por una economía circular y renovable, otra de las vías que sugieren los científicos para limpiar el océano de plástico es que los barcos lo conviertan en combustible.

Desde New Sciencist explican la brillante idea de un equipo de investigadores del Instituto Politécnico de Worcester en Massachusetts (Estados Unidos) capitaneados por Michael Timko: los barcos podrían limpiar la contaminación marina y convertir el plástico recolectado en fuel para sus desplazamientos.

En la actualidad, operaciones de limpieza de esta índole requieren que barcos almacenen plástico y lo transporten a miles de kilómetros de distancia, descargando los desechos y repostándose en el puerto. Son procesos largos y con una elevada huella de carbono, ya que demandan mucho combustible fósil.

En un artículo publicado en la revista PNAS, los científicos describen cómo este plástico se puede convertir en combustible en un barco mediante licuefacción hidrotermal, una vía alternativa para producir biocarburantes a partir de residuos. Se trata de un procedimiento que implica que el material se descomponga en polímeros constituyentes a temperaturas de hasta 550 ° C y presiones de 27.500 kPa. El fuel obtenido podría alimentar el proceso de conversión, impulsar el barco en sus desplazamientos e incluso obtener un excedente.

Las grandes barreras colocadas en el Great Pacific Garbage Patch (GPGP), un área que abarca unos 1,6 millones de kilómetros cuadrados de acumulación de desechos, permitiría recoger tanto plástico como para que un sólo barco pudiera convertir 11.500 toneladas cada año.

Aunque la información sobre la densidad de plástico en esta zona es escasa, se cree que los barcos podrían ser absolutamente autosuficientes recolectando plástico de la barrera. El combustible permitiría viajar entre estas zonas contaminadas e incluso generar el puerto. Pese a que el combustible implique emisiones de CO2, estas son mucho más bajas que las asociadas a una embarcación convencional.

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