Cuando la pandemia se acerca a 1.500.000 contagiados a nivel global y con más de 400.000 casos en EE.UU., sindicatos y funcionarios han criticado la respuesta de Amazon al COVID-19, donde incluso algunos funcionarios han pedido a la compañía el cierre de sus instalaciones.
Los trabajadores de al menos 19 almacenes en los EE.UU. han dado positivo por coronavirus, según los informes, lo que llevó a la huelga de un pequeño número de empleados en Nueva York y cerca de Detroit la semana anterior.
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Conductores de reparto contratados por Amazon y otras compañías han dicho que carecían de desinfectante para manos, pago por enfermedad y seguro médico dijo Reuters.
Ante la escasez de mano de obra para abordar un aumento en los pedidos de los clientes, Amazon evitó en gran medida el cierre de almacenes y el mes pasado dijo que contrataría a 100.000 personas. Reportando una fuerza laboral de tiempo completo y parcial de 798.000 al 31 de diciembre.
El jueves, la compañía dijo que había ocupado más de 80.000 de esos 100.000 puestos, y ahora espera gastar mucho más de los US$350 millones que pronosticó para aumentos salariales hasta abril.
Dave Clark, vicepresidente senior de operaciones mundiales de Amazon, dijo que la compañía ha priorizado la seguridad de los trabajadores y ha cambiado más de 150 procesos para hacerlo.
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Para promover el distanciamiento social, Amazon ya escalonó los horarios de inicio del trabajo de almacén y finalizó las reuniones de pie durante los turnos.
«Nada es más importante para nosotros que asegurarnos de proteger la salud de nuestros equipos», dijo Clark en una publicación del blog de Amazon la semana pasada.
