Evolución y radiografía del profesional logístico

En los años 60 del pasado siglo la Logística era desatendida y considerada como una actividad auxiliar dentro de la estructura organizativa de una empresa; incluso, años después, se debatía la limitación de sus funciones pues se marcaba una diferencia con la distribución, aunque en la actualidad está definida con claridad y todos concordamos en que la distribución forma parte de la cadena logística.

Hoy en día, elevada su importancia a las alturas gerenciales y estratégicas de gran parte de las organizaciones, las discusiones que despierta esta actividad han pasado a otro nivel; se habla del talento, de la innovación y de las nuevas habilidades que se requieren en el campo de la logística.

Es tal la evolución y la sustancialidad de la logística que el sector ha registrado una tasa de crecimiento anual de 10% a 15% en los últimos años, según GS1 Perú, y el número de puestos laborales en logística ha ido en aumento, por lo que es considerado uno de los sectores con importante demanda laboral, con una demanda anual de 15,600 nuevos puestos de trabajo.

El talento y el perfil

Así como en los demás campos laborales, en la actividad logística uno de los factores fundamentales es el talento. De acuerdo con Maxime Billet, el talento es un recurso valioso en logística pues permite construir un negocio sobre bases sólidas, pero que, al ser escaso, requiere de un cuidado especial para maximizar su potencial y generar compromiso a largo plazo. Básicamente, el talento se puede detectar en aquellos profesionales (jóvenes o no) con habilidades no solo técnicas sino además blandas que velan por el crecimiento del negocio desde el puesto donde están, ya sea como supervisores, analistas, jefes, etc.

Este talento también tiene un componente tecnológico alto. Dentro del perfil logístico de hoy se busca profesionales que estén actualizados y manejen las nuevas tecnologías 4.0 y que, además, las implementen integrando todas las áreas de una compañía; es decir, se trata de poner en marcha algún nuevo programa o dispositivo físico conectando todos procesos de una empresa, haciéndolos trabajar correcta e integralmente.

Hablamos desde herramientas como capturadores de datos o programas de gestión de almacenes hasta de tecnologías como la robótica, el big data y la inteligencia artificial para el planeamiento, la optimización de rutas, la preparación de pedidos o el control de inventarios, entre otros.

El consejero delegado de DHL Supply Chain para Europa Continental, Oriente Medio y África, Oscar de Bok, recuerda que en España se han llevado a cabo en los últimos años importantes proyectos para la aplicación del ‘Big Data’ al transporte y el uso de la tecnología IoT.

En cuanto a la automatización con la robótica, esta se enfoca en tareas repetitivas e intensivas, por lo que las personas pueden realizar otras funciones relacionadas con la gestión, el análisis y la innovación.

Otros rasgos logísticos

El mercado persigue profesionales que manejen bien los conceptos de proyectos colaborativos, así como procesos de mejora aplicados a la logística. Asimismo, buscan talentos con capacidad de negociación, conocimiento de procesos comerciales, financieros y operativos. Además, que estén dotados de capacidad analítica, estratégica y práctica.

Sobre todo, y quizá sea lo que resuma lo antes dicho, el perfil logístico debe ser el de un profesional con un conocimiento integral de la cadena de suministro, que no solo cumpla con habilidades de un solo eslabón, sino que pueda adaptarse y colaborar en otras actividades de la cadena de suministros. Es decir, que alguien que trabaje en almacén, tenga también capacidades en transporte, compras, distribución, aduanas, etc. De lo que se trata es de flexibilidad, de adaptabilidad en todos los niveles, tanto en lo técnico como en la parte blanda.

Por Jorge Choque, periodista