Desafíos y ventajas de la automatización en la logística

Los desarrollos tecnológicos impactan de manera directa en las cadenas de suministro, ya que hay una serie de procesos que pueden ser automatizados, considerando el aumento en el comercio on line… la logística es parte integral de estas nuevas tendencias mundiales.

En Beetrack establecen que la automatización permite reducir la intervención humana en diversas actividades de la industria logística, optimizando el control de los equipos y procesos implicados, estandarizando así el rendimiento y mejorando los niveles de servicio.

En gran medida, la automatización reduce la incertidumbre en los tiempos de respuesta, mientras que a su vez minimiza los costes operativos y los posibles errores humanos, agrega el portal.

En el mismo sentido, en Coremain destacan que la preparación de pedidos han sido automatizados para ganar eficiencia en el conjunto de las operaciones logísticas desarrolladas por el equipo humano, optimizando tareas como el picking de almacén o la preparación de albaranes. A través de procesos colaborativos entre profesionales y tecnología se consigue, además, eliminar la carga de trabajo que no aporta valor.

Se agrega, que la adaptación de los software de gestión a aquellos elementos automatizados o robotizados garantiza la comunicación fluida y la posibilidad de contar con información muy completa sobre mercancías, facturas, albaranes, tiempos u otro tipo de datos de máxima relevancia, como roturas de stock. Los software se adaptan, por tanto, al modelo de negocio para mejorar la eficiencia logística. La integración de un software con el sistema de gestión de la información empresarial (ERP) de la compañía es aquí fundamental para responder con eficiencia a las necesidades y objetivos marcados, controlando la información desde la recepción de un pedido hasta su entrega final. Los resultados de esta muestran no sólo mejoras de la productividad sino también reducción de costes y errores.

Beneficios

En las ventajas de la automatización logística, Transgesa las divide en tres: Beneficio “hard” o evidentes; beneficios “soft” o menos evidentes; y beneficios invisibles.

El beneficio “hard” lo definen como una automatización exitosa debería ser capaz de reducir la cantidad de horas de mano de obra necesarias para conseguir los mismos resultados de antes de la automatización. Esto supone una mejora de costes y es uno de los resultados que más salta a la vista.

Beneficios ‘soft’ son ,por ejemplo, una cadena de suministro automatizada desde un extremo a otro puede gestionar y prever mejor su demanda, lo que supondrá también una mejora en los índices de stock, los volúmenes de almacenamiento necesarios, etc.

Los beneficios invisibles, se refieren a las aptitudes que debe tener el encargado de instaurar estos cambios para convencer a la gerencia que los cambios son necesarios de hacer y mostrar sus beneficios.

Un recurso tecnológico a considerar es la inteligencia artificial. Al respecto, en Coremain destacan que la inteligencia artificial permitirá reducir tiempos y recursos en la cadena de suministro y señalando como ejemplo la posibilidad de incorporar pedidos automáticos de materias en función de las ventas realizadas –a través de patrones y tiempos de producción-. En este sector cobra especial interés la robótica. La incorporación de robots que aumentan los ciclos por hora del picking es un aspecto de especial relevancia cuando se preparan pedidos con gran diversidad de productos, como ocurre en el sector del retail. Sistemas de paletizado inteligente, brazos robóticos o bandas transportadoras con contadores de inventario son algunas de las aplicaciones de la robótica que ya están consolidados en el sector logístico.

Agregan que la automatización va más allá del centro de distribución, pues también ha facilitado la labor del transportista, pues maneja una información más efectiva con respecto a la localización de la entrega, rutas más expeditas, etc. A lo que se debe sumar el uso de big data en los procesos logísticos.

Automatización en puertos

En Beetrack destacan el alto grado de automatización que han tenido grandes puertos del mundo a partir de los años 90, debido al creciente aumento de tráfico de contenedores a nivel global, además del requerimiento de buques de mayor tamaño y la presión por minimizar los tiempos de respuesta, impulsan a la necesidad de contar con una mayor eficiencia en el rubro.

Existen hoy sectores portuarios para el transbordo de contenedores de alta tecnología, como es el caso de los CTA en el puerto de Hamburgo, Alemania, o ECT en Rotterdam, que son impresionantes respecto a su automatización y rendimiento.

Desde los años 90 que muchos Terminales Portuarios de Contenedores (TPCs) se han sumado a la automatización en sus procesos logísticos, consolidándose como una tendencia universal y permanente en el sector.

En la misma línea, los avances tecnológicos y las herramientas de gestión dedicadas a la automatización, ocupan gran parte del mercado de equipamiento y de software para terminales de este tipo.

Estos sistemas, dejan claro cómo el diseño eficiente de un terminal contenedor puede proveer una nueva dimensión en el manejo de la carga. En este caso, la automatización es la única solución efectiva para la reducción de costos.

Tiempo en contra

Uno de los principales factores que juegan en contra de la automatización. Según Transgesa, un sistema automatizado suele estimarse que puede durar unos 10 años de media, lo que enfrentado al importe que cuesta ponerlo en funcionamiento a veces da retornos sobre la inversión que las empresas consideran demasiado bajos. Por ello, al tener en cuenta los riesgos de que la automatización salga mal, hay empresas que rechazan poner en marcha estos proyectos.

Destacan que la consultora L.E.K. Consulting ha publicado un estudio en el que ha sondeado a empresas fabricantes de EEUU sobre el estado de su automatización, cómo se ven de preparadas para lanzarse a ella y las razones que les hacen ser reticentes. Entre las cerca de las 200 personas con poder de decisión que han sido entrevistadas se encontraron sectores muy diversos (fabricación de bienes de consumo, equipamiento y componentes electrónicos, equipamiento de defensa y aeroespacial, automoción, etc.).

Entre las conclusiones del estudio, L.E.K. Consulting subraya que “los fabricantes siguen invirtiendo en tecnología de automatización como un pilar clave de su estrategia global de crecimiento” y que “con el creciente foco en la automatización y en las iniciativas digitales, los fabricantes están preocupados sobre los posibles vacíos en la calificación del personal”.